¿Sabías que ese toldo en el que has invertido para aumentar el confort y el bienestar en tu hogar puede ser amortizado a muy largo plazo? Protegernos del sol y crear auténticos espacios de uso en nuestra vivienda es su función principal. Pero, ésta puede verse mermada si no lo mantenemos como es debido, e incluso puede llevarnos a tener que hacer un nuevo desembolso de dinero sin necesidad porque se ha deteriorado antes de tiempo.
Garantizarle una larga vida a tu toldo o pérgola es posible si se utiliza eficientemente y seguimos unos simples consejos de buen cuidado y mantenimiento del toldo.
Cierto es, que no solo depende de nuestro cuidado que éstos duren mucho o poco. También tiene que ver con factores relacionados con su fabricación, la calidad de los materiales e instalación y, en una gran medida, tendrá mucha importancia el uso que se haga del mismo.
Un toldo de máxima calidad instalado de forma óptima será siempre una garantía de durabilidad mientras que se cuide adecuadamente.
¿Quieres saber cómo?
La limpieza no es igual para todos los tipos de toldos, ya que cada uno es de un material diferente. No es lo mismo un toldo para balcones o ventanas, de terraza o un toldo de pérgola. El material con el que se haya fabricado determinará también la forma de mantenerlo en buen estado.
Los tipos de toldos instalados más comúnmente son los de lona, sin embargo, son los que acumulan suciedad con más facilidad.
Para limpiar este tipo de toldo:
- Aspiraremos regularmente la lona y los mecanismos para evitar acumulación de polvo.
- Si se detecta que necesita una limpieza más profunda, mezcla un poco de jabón neutro con agua. No abrasivo, sin productos químicos.
- Empapa un trapo de algodón en la mezcla o hazlo con un cepillo de cedras. Escúrrelo y frota el toldo de exterior prestando atención a las partes más sucias.
- También puedes limpiar un toldo con vaporeta para humedecer mejor las zonas más sucias antes de frotar con el trapo. La humedad y la elevada temperatura te ayudarán a despegar y eliminar la suciedad más incrustada.
-A continuación, pasa un trapo humedecido solo con agua para eliminar los restos de suciedad y jabón.
-Por último, deja que se seque al aire antes de enrollarlo.
-También puede usarse una maquina a presión con una presión muy baja para no dañar las fibras del tejido.
-Es importante cerciorarse que no haya ningún obstáculo impidiendo la maniobra de apertura o recogida del toldo. Hay que tener en cuenta que ninguno de los componentes del toldo puede ser forzado en ningún momento. Así evitaremos roturas y deterioro prematuro.
-Nunca se debe de forzar el mecanismo de maniobra del toldo, ya sea manual o motorizado.
-El automatizar un toldo nos ayuda a protegerlo y evitar la mayor parte de los accidentes ocurridos por causa del viento y otros fenómenos meteorológicos. Tendrá un sensor que hará que se recoja solo en caso de cualquier inclemencia del tiempo.
-No es aconsejable dejar el toldo abierto cuando no estamos en casa, ya que puede cambiar el clima y ocasionar importantes daños en nuestro toldo.
-Las lonas acrílicas tienen tratamiento hidrorepelente y pueden soportar pequeñas cantidades de agua. Pero, en caso de fuertes tormentas, es necesario recoger nuestro toldo ya que se puede embalsar el agua y dañar los brazos, la lona o la estructura por el peso o por el viento.
-Se aconseja no dejarlo enrollado nunca durante mucho tiempo si la lona se ha mojado ya que provocará la aparición de moho. Se puede enrollar mojada, pero en cuanto se pueda, hay que desplegar el toldo para que seque y vuelva a recogerlo una vez esté seca la lona del toldo.
-Si llevamos bastante tiempo sin tener que usarlo, es aconsejable desplegarlo de vez en cuando para comprobar su estado, sobre todo el de su estructura.
En la gran mayoría de sistemas y modelos de toldos suele haber tres versiones del mecanismo diferentes. En dos de ellas se requiere de menos cuidados de limpieza y mantenimiento:
-El toldo clásico y tradicional:
Una vez recogidos y enrollados, en los toldos clásicos tanto la lona como los componentes del toldo quedan expuestos a la intemperie por lo que requieren de una mayor limpieza y un mantenimiento integral para su mejor conservación.
-El toldo con semicofre:
Una vez recogido el toldo semicofre la lona queda enrollada y protegida dentro de un cofre guardalonas de aluminio. Solo requiere del mantenimiento y limpieza de los componentes ya que la lona queda bien resguardada y no necesitará una limpieza tan habitual.
-El toldo cofre:
Una vez recogidos en los Toldos Cofre tanto la lona como la mayoría de componentes del toldo quedan resguardadas herméticamente dentro de un cofre de aluminio. La forma del cofre de aluminio va dependiendo del modelo de toldo. Solo requiere de la verificación de un buen funcionamiento.
Para que la intensidad del color de la lona no se vea mermada, puedes añadir una pequeña cantidad de vinagre al agua cuando vayas limpiarlo. Otra opción, es utilizar soluciones específicas para la limpieza de toldos en aquellas manchas más incrustadas, obviando siempre el uso de productos químicos inadecuados. Puedes aplicarlas con un cepillo suave y debes aclararlas con agua abundante. Limpia los brazos con paños suaves, de micro fibra por ejemplo, o cepillos de cerdas muy suaves para evitar el rayado.
Los toldos de Toldos Costa Blanca siempre son funcionales y fáciles de mantener. Aunque siempre tenemos la opción de contratar el servicio de mantenimiento para efectuar una revisión periódica que asegure un óptimo funcionamiento y un estado impecable en su toldo durante un muy largo período de tiempo.